Nueva York, 26 de junio de 2025.– La icónica editora de moda Anna Wintour ha anunciado su salida como editora en jefe de la edición estadounidense de Vogue, poniendo fin a una era de 37 años al mando de la revista considerada la “biblia de la moda”. La noticia fue confirmada por medios especializados como The Daily Front Row y Women’s Wear Daily (WWD), tras una reunión de personal encabezada por la propia Wintour el miércoles 25 de junio.
A sus 75 años, la también conocida como “la emperatriz de la moda” y “Nuclear Wintour”, mantendrá su rol como directora global de contenido y editorial de Condé Nast, así como su participación estratégica en la marca Vogue a nivel internacional. No obstante, su salida del puesto que la convirtió en una de las figuras más influyentes del mundo editorial y del diseño marca un hito para la industria.
Wintour inició su carrera en Vogue en 1983 como directora creativa, y fue nombrada editora en jefe en 1988. Desde entonces, revolucionó la forma de hacer moda desde las revistas, imponiendo un estilo editorial innovador que redefinió la estética, el contenido y la influencia de las publicaciones femeninas.
Su primera portada como editora en jefe, publicada en noviembre de 1988, rompió todos los esquemas al presentar a la modelo Michaela Bercu usando jeans y un costoso sweater de Christian Lacroix. La imagen, capturada por Peter Lindbergh, fue interpretada como una declaración disruptiva en una industria acostumbrada a la alta costura estricta y glamorosa. Wintour explicó años después que no había una estrategia deliberada detrás de esa portada, pero que captó de inmediato que algo estaba cambiando en el mundo de la moda.
Durante su extensa gestión, Wintour transformó Vogue en una plataforma global de influencia cultural, no solo impulsando diseñadores emergentes, sino también abriendo espacio a celebridades, modelos diversas y nuevos formatos editoriales. Bajo su liderazgo, la revista se convirtió en un referente tanto por su estética como por su narrativa.
La figura de Wintour trascendió las páginas impresas para convertirse en ícono cultural, llegando incluso al cine. Su personalidad fuerte e implacable fue fuente de inspiración para el personaje de Miranda Priestly en la película El diablo viste a la moda, basada en la novela de Lauren Weisberger, exasistente de la editora. El personaje es una representación alegórica de la leyenda de Vogue, cuya influencia ha dejado huella en varias generaciones de profesionales de la moda y la comunicación.
Con su salida, Vogue se prepara para una nueva etapa editorial en medio de una industria en transformación. Mientras tanto, Anna Wintour continúa siendo una de las figuras más influyentes del panorama global, dejando un legado indiscutible en la historia contemporánea de la moda.
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