París – En una cumbre informal convocada por el presidente francés Emmanuel Macron, líderes europeos coincidieron en la necesidad de fortalecer el apoyo a Ucrania y aumentar la inversión en defensa, mientras subrayaron la importancia de la participación de Estados Unidos en la seguridad futura de Kiev.
El encuentro tuvo lugar en un contexto de inquietud ante posibles negociaciones de paz entre el presidente estadounidense Donald Trump y el mandatario ruso Vladimir Putin, que podrían excluir a Europa y Ucrania. En este sentido, el canciller alemán Olaf Scholz enfatizó que Ucrania no debe aceptar “una paz impuesta” y reiteró el respaldo europeo a Kiev.
El primer ministro británico Keir Starmer subrayó que Estados Unidos debe desempeñar un papel clave para disuadir futuras agresiones rusas, mientras que el primer ministro polaco Donald Tusk insistió en que Europa debe asumir una mayor responsabilidad en su propia seguridad, aunque destacó la necesidad del respaldo estadounidense para garantizar la estabilidad a largo plazo.
Los líderes acordaron elevar el gasto en defensa al menos al 2% del PIB y excluirlo de los límites de control presupuestario. Sin embargo, países como Alemania y Polonia se mostraron reticentes al despliegue de tropas en Ucrania, a diferencia de Reino Unido y Francia, que han planteado esta opción como parte de futuras garantías de seguridad.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reiteró que la paz solo será posible con un refuerzo de la seguridad en Europa y garantías sólidas para Ucrania.
A la cumbre asistieron los jefes de Gobierno de España, Alemania, Reino Unido, Italia, Polonia, Países Bajos y Dinamarca, así como altos representantes de la Comisión y el Consejo Europeos y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
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