Donald Trump emite orden ejecutiva que afecta derechos de personas transgénero en prisiones federales


 Washington D.C. El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva en su primer día de regreso al cargo que obliga a las prisiones federales a alojar a mujeres transgénero en instalaciones para hombres y suspende los tratamientos médicos relacionados con la transición de género. La medida forma parte de una amplia directiva titulada “Defendiendo a las Mujeres del Extremismo de la Ideología de Género y Restaurando la Verdad Biológica al Gobierno Federal”, que limita el reconocimiento gubernamental del género al sexo asignado al nacer.

La disposición también se extiende a personas detenidas en centros de inmigración, ampliando restricciones implementadas durante su primer mandato. Según el texto de la orden, estas medidas buscan “proteger la dignidad, seguridad y bienestar de las mujeres” al reforzar las distinciones basadas en el sexo biológico.

Reacciones y preocupaciones

Organizaciones defensoras de los derechos transgénero han condenado la medida, advirtiendo sobre el impacto negativo que podría tener en la seguridad y la salud de las personas trans encarceladas. Shannon Minter, directora legal del National Center for Lesbian Rights, señaló que esta política aumenta el riesgo de abuso sexual y agresiones físicas. Además, expertos legales han advertido que la orden podría enfrentar impugnaciones judiciales, ya que viola precedentes que exigen la protección de presos vulnerables y el acceso a atención médica necesaria.

El abogado Richard Saenz, de Lambda Legal, recordó que las protecciones constitucionales siguen aplicándose a las personas privadas de libertad, mientras que datos del Buró de Prisiones indican que las personas transgénero encarceladas tienen 10 veces más probabilidades de sufrir abuso sexual en comparación con otros reclusos.

Impacto en la comunidad transgénero

Actualmente, hay aproximadamente 1,500 mujeres transgénero en prisiones federales y 750 hombres transgénero, representando un segmento pequeño pero altamente vulnerable de la población penitenciaria. El Williams Institute ha destacado que las personas transgénero enfrentan tasas desproporcionadas de encarcelamiento debido a factores como discriminación, rechazo familiar y dificultades económicas.

Además de las nuevas disposiciones de alojamiento, la orden ejecutiva prohíbe el uso de fondos federales para tratamientos médicos relacionados con la transición de género, como terapia hormonal y cirugías. La Asociación Médica Estadounidense ha catalogado estos tratamientos como esenciales para tratar la disforia de género, una condición médica reconocida.

Activistas como Jasmine Tasaki, directora de Black and Pink, advirtieron sobre los efectos devastadores de estas medidas, especialmente la retirada de tratamientos hormonales, que puede causar depresión severa y daños emocionales profundos.

Respuesta de la comunidad legal y activista

Defensores de los derechos LGBTQ han anunciado que se preparan para enfrentar estas medidas en los tribunales. Dee Farmer, líder del grupo Fight4Justice y figura clave en un caso histórico sobre la protección de reclusos transgénero, expresó su preocupación por el bienestar de las mujeres trans en prisión bajo estas nuevas políticas.

Mientras tanto, el impacto de estas medidas se anticipa como uno de los temas más controvertidos de la administración Trump, con implicaciones legales y sociales que podrían moldear el debate sobre los derechos de las personas transgénero en Estados Unidos.

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