“Nadie tiene coronita”, indicó ahora la fiscal Gabriela Fossati, que al comienzo de la investigación había preferido dejar de lado esas conversaciones para respetar la seguridad e investidura del presidente
La fiscal Gabriela Fossati, al mando de la causa que investiga la red de falsificación de documentos integrada por el ex jefe de seguridad presidencial uruguaya, Alejandro Astesiano, intentará recuperar los chats entre el imputado y Luis Lacalle Pou. Estas conversaciones habían sido descartadas al inicio de la investigación.
Según expresó la magistrada, la no inclusión de estos chats en la investigación fue por “una mala comunicación de parte de los intermediarios, particularmente personal de Inteligencia, que estuvo en la detención”. Ahora “está resuelto por ofrecimiento de la propia Presidencia” y “se va a tratar de recuperar lo que se puede recuperar de esas conversaciones”, agregó Fossati.
A través del vocero de Fiscalía, Javier Benech, la magistrada hizo hincapié en que “nadie tiene coronita en la investigación”. Esto se da ante acusaciones desde el Frente Amplio hacia el Gobierno y la Fiscalía por presunta falta de transparencia.
Respecto a la denuncia por espionaje presentada por los senadores del Frente Amplio Mario Bergara y Charles Carrera, Fossati expresó a través de Twitter que “hablar de espionaje con la información recabada hasta el momento carece de fundamento” porque “aún no se conoce la dimensión de los hechos”: “No están colaborando a que se alcance la verdad cuando se pretende imponer una verdad”, dijo la fiscal sobre quienes “tienen impacto en la opinión pública”.
El inicio
La polémica alrededor del no acceso a los chats entre Lacalle Pou y Astesiano surgió luego de que El Observador informara que la decisión fue tomada por Fiscalía a partir de un “requisito” del Gobierno. Consultados por el medio, desde Presidencia aseguraron que no existieron requerimientos por parte del oficialismo.
Lacalle Pou, en tanto, expresó en ese entonces que “no hubo un acuerdo con la fiscal” y que en ningún momento de la investigación habló con ella, pero que estaba al tanto de que “el ministro del Interior transmitió la preocupación de la reserva de las conversaciones privadas, familiares, personales del celular” y Fossati aceptó las condiciones.
“Tan es así que hay una comunicación, que ustedes seguramente tengan acceso —porque tienen acceso a todo, más que nosotros— del 3 de octubre, en el cual la fiscal dice que se pide determinados datos y grabaciones, excepto las referidas a las conversaciones conmigo”, dijo a la prensa el presidente uruguayo. Sin embargo, aseguró que no fue un pedido suyo.
“La verdad, pasado el tiempo, me parece que (era) lo mejor que se pudo hacer y dictaminar por parte de la fiscal, porque un día sí y otro también, dos medios por lo menos que accedieron a todas las conversaciones, están filtrando información”, señaló Lacalle Pou.
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