La comitiva presidencial arribó al estadio poco antes del espectáculo musical previo al partido, protagonizado por Robbie Williams y Laura Pausini, ante más de 80 mil espectadores. La presencia de Trump generó reacciones divididas entre el público, en un reflejo del clima político polarizado que vive actualmente el país.
El MetLife Stadium, que también será sede de la final del Mundial de la FIFA 2026, fue escenario de un importante despliegue de seguridad, reforzado por el reciente intento de atentado contra Trump en un acto de campaña en Butler, Pensilvania. Las autoridades mantuvieron controles estrictos en los accesos al recinto y en sus alrededores.
Esta aparición pública refuerza la agenda deportiva del presidente, marcada en los últimos meses por su asistencia a eventos como el Super Bowl, la carrera NASCAR Daytona 500, combates de UFC y campeonatos universitarios de lucha libre. Trump ha mostrado un creciente interés por el fútbol como parte de su estrategia de cercanía con diferentes sectores del electorado.
Durante la final, el PSG buscaba añadir un nuevo trofeo a su palmarés tras conquistar la Ligue 1, la Copa de Francia y la UEFA Champions League esta temporada. El enfrentamiento contra el Chelsea representaba la oportunidad de cerrar un año histórico para el club francés.
El evento también sirvió para proyectar la cercanía del mandatario con la FIFA, particularmente con su presidente Gianni Infantino, en el marco de los preparativos para el Mundial de 2026. Trump ha expresado su intención de asistir a múltiples partidos del torneo y ha señalado que la cita será una plataforma para mostrar la capacidad organizativa de Estados Unidos.
No obstante, la antesala de este evento internacional se ha visto marcada por tensiones diplomáticas entre Estados Unidos, Canadá y México, alimentadas por propuestas de nuevas tarifas, fricciones migratorias y declaraciones controversiales de Trump. Aun así, el mandatario restó importancia a estas diferencias al declarar que “la tensión es algo bueno” para el espectáculo global.
A casi un año del atentado que puso en peligro su vida, el presidente eligió pasar la jornada dominical en familia, en medio de una de las competiciones deportivas más relevantes del calendario internacional. La expectativa por el Mundial de 2026 continúa creciendo, y la final del Mundial de Clubes sirvió como antesala simbólica del gran evento que se avecina.
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