El Ejército de Israel afirmó este sábado que el régimen iraní ha lanzado más de 950 misiles y drones contra su territorio desde el pasado 16 de junio, en el marco de una intensa escalada militar que ha dejado decenas de muertos, heridos y miles de desplazados civiles.
Según datos difundidos por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los ataques han provocado la evacuación de 8.190 personas y al menos 24 civiles han muerto, mientras que 1.217 resultaron heridos por el impacto de los proyectiles. Las cifras incluyen más de 25.000 incidentes relacionados con edificaciones dañadas y alrededor de 1.650 afectaciones a vehículos, infraestructura y otras propiedades privadas.
El jueves fue considerado uno de los días más críticos desde el inicio de las hostilidades, con misiles balísticos impactando en Jerusalén, Tel Aviv y otras zonas del centro y sur del país. La respuesta israelí consistió en bombardeos contra objetivos militares en Irán, según indicó el Ejército.
El primer ministro Benjamin Netanyahu advirtió que Teherán “pagará un precio muy alto” por los ataques contra civiles y prometió una respuesta con “fuerza abrumadora”. Sus declaraciones siguieron al ataque contra un edificio residencial en Bat Yam que dejó 13 muertos y más de 300 heridos.
Desde Teherán, el presidente iraní Masoud Pezeshkian aseguró que su país responderá con mayor contundencia. “Nuestra respuesta a la continua agresión del régimen sionista será más devastadora”, dijo el mandatario durante una llamada telefónica con su homólogo francés Emmanuel Macron.
Mientras tanto, en el plano internacional, el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Gideon Saar, anunció la frustración de un atentado planeado por Irán contra ciudadanos israelíes en Chipre. El operativo fue desmantelado en coordinación con las autoridades de seguridad locales, que confirmaron la detención de un sospechoso involucrado en actos relacionados con terrorismo.
El conflicto, que ya suma nueve días consecutivos de enfrentamientos, mantiene en vilo a la región y ha activado las alertas diplomáticas en varios países europeos. Israel ha reforzado su sistema de defensa y mantiene a sus fuerzas armadas en estado de máxima vigilancia mientras se evalúan los daños y continúa la asistencia a la población afectada.
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