Tensión en el foro de seguridad de Singapur por cruce entre Estados Unidos y China sobre Taiwán y el Indo-Pacífico

 

El foro internacional de seguridad Shangri-La Dialogue, celebrado este fin de semana en Singapur, fue escenario de un nuevo enfrentamiento verbal entre Estados Unidos y China, marcado por las declaraciones del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, quien advirtió que Pekín busca "dominar y controlar" Asia y que su amenaza es "real e inminente".

Las palabras de Hegseth, centradas en la creciente presencia militar china en la región, recibieron una rápida respuesta por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, que acusó a Washington de usar el tema de Taiwán como herramienta para contener al país asiático. Pekín presentó “representaciones solemnes” ante la administración estadounidense y calificó el discurso como “provocador e instigador”.

Durante su intervención, Hegseth aseguró que China se prepara “clara y creíblemente” para alterar el equilibrio de poder en el Indo-Pacífico mediante el uso de la fuerza. También denunció que Beijing ha militarizado ilegalmente islas en el mar de China Meridional y se refirió al posible uso de la fuerza contra Taiwán, isla que cuenta con un gobierno autónomo, pero que el régimen chino considera parte de su territorio.

En un contexto marcado por la reanudación del mandato de Donald Trump en Estados Unidos, las tensiones comerciales y geopolíticas con China han escalado. Aunque ambas potencias acordaron en mayo una tregua comercial temporal, las diferencias persisten en temas clave como tecnología, defensa y liderazgo global.

Hegseth también hizo un llamado a los aliados asiáticos de Estados Unidos para que aumenten sus presupuestos militares, siguiendo el ejemplo de países europeos como Alemania. “La región Indo-Pacífico es prioritaria para Estados Unidos. La disuasión no es barata”, señaló.

La representante de la Unión Europea, Kaja Kallas, respaldó este enfoque al calificar las presiones de Washington sobre Europa para incrementar su defensa como “amor duro”, pero necesario.

La estrategia estadounidense en la región se basa en el fortalecimiento de alianzas tradicionales con países como Japón y Filipinas, así como en una creciente cooperación con India, vista como un contrapeso estratégico a la influencia de China. “Estamos de regreso en el Indo-Pacífico y estamos aquí para quedarnos”, afirmó Hegseth.

La disputa por Taiwán y las tensiones en el mar de China Meridional siguen siendo los principales focos de fricción entre las dos potencias. Mientras tanto, el mundo observa con atención la evolución de una rivalidad que, según los participantes del foro, será determinante para el equilibrio de poder en Asia en los próximos años.

 

 

 



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