Varios deportistas se quejaron por comida desagradable, la suciedad de las habitaciones, la ausencia de equipos para entrenar y de conexión a internet. Además, denunciaron la falta de transparencia e información de las autoridades
Más de 30 deportistas que participan en los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing están en centros de aislamiento tras resultar positivos al coronavirus, dijeron los organizadores el martes. La estancia media en estas instalaciones es de siete días.
El anuncio del número de deportistas en instalaciones de aislamiento se produjo después de las quejas de algunos de ellos y de sus equipos por comida incomible, la suciedad de las habitaciones y la falta de equipos para entrenar y de conexión a internet.
“Me duele el estómago, estoy muy pálida y tengo grandes ojeras negras. Quiero que esto acabe. Lloro todos los días. Estoy muy cansada”, se quejó en Instagram la biatleta rusa Valeria Vasnetsova, desde uno de los llamados hoteles de cuarentena en Beijing.
Y ninguno de esos malestares se relacionaba con síntomas del coronavirus, sino con la comida.
Vasnetsova publicó el jueves una foto de lo que había sido su “desayuno, almuerzo y cena durante cinco días”, una bandeja con una pasta muy simple, una salsa anaranjada, una carne requemada con hueso, unas cuantas papas y ninguna guarnición de vegetales.
Añadió que había sobrevivido con unos cuantos trozos de pasta, porque le resultaba“imposible” comer el resto. “Pero hoy me comí toda la grasa que sirven en vez de la carne, porque tenía mucha hambre”.
Comentó que había perdido peso.
“Mis huesos se me comienzan a notar”, escribió.
Los hoteles de cuarentena han desatado una serie de críticas de los deportistas y de sus delegaciones, las cuales cabildean entre los organizadores en busca de mejoras. Falta también transparencia, pues sólo algunos deportistas que dan positivo de COVID-19 se ven obligados a guardar cuarentena en hoteles a los que no tienen acceso sus equipos.
Natalia Maliszewska, una patinadora de velocidad polaca, describió haber sido trasladada repetidamente dentro y fuera de la cuarentena durante días debido a los resultados contradictorios de las pruebas de Covid, una experiencia que describió como un “trauma” que la dejó “llorando y llorando”.
Durante una “noche de terror”, dijo que los funcionarios la sacaron a rastras de la cama a las 3 a. m. para llevarla de regreso a la villa olímpica después de dictaminar que no tenía covid, solo para luego decir que cometieron un error antes de llevarla de nuevo en aislamiento.
“Estaba sentada en la ambulancia. Eran las 3 a.m. Estaba llorando como loca porque no sabía lo que estaba pasando. No me sentía seguro en absoluto”, dijo la joven de 26 años.
Las delegaciones también han comenzado a hacer públicas sus críticas.
Eric Frenzel, tres veces campeón olímpico en el combinado nórdico, dio positivo. Poco después, el jefe de la delegación alemana Dirk Schimmelpfennig criticó las condiciones “irracionales” de vida en el hotel de cuarentena.
Alemania exigió habitaciones más grandes e higiénicas, así como entregas más regulares de alimentos, de modo que los deportistas que sean eventualmente dados de alta estén en condiciones de competir, dijo Schimmelpfennig en comentarios publicados por el periódico FAZ.
Jukka Jalonen, jefe del equipo de hockey sobre hielo de Finlandia, dijo el domingo que China está violando los derechos humanos de uno de sus jugadores estrella al mantenerlo aislado a pesar de que los médicos del equipo lo autorizaron a jugar.
Marko Anttila ha estado encerrado en un centro de aislamiento desde que dio positivo por el virus hace 18 días, dijo Jalonen, y permanece aislado a pesar de no tener síntomas.
Anttila está bajo una gran tensión mental, dijo Jalonen, y agregó que el atleta “no está comiendo bien”.
La presión puede funcionar. Kim Meylemans, competidora belga en el skeleton, fue trasladada del hotel de cuarentena a una habitación aislada en la villa olímpica, luego que habló entre lágrimas mediante las redes sociales.
Su queja principal fue la falta de información. Se le subió a una ambulancia y se le trasladó de un centro de cuarentena a otro en un día en que pensó que recibiría el alta.
Vasnetsova pasó su tiempo en cuarentena realizando un poco de trabajo detectivesco. Cuando se le dejó la comida frente a su puerta, echó un vistazo a las cajas dejadas ante las otras habitaciones del mismo corredor, cuyas puertas tenían adheridos letreros que identificaban a miembros olímpicos distinguidos de personas que trabajaban para los Juegos y que dieron positivo, incluido el personal de las delegaciones.
Concluyó que los deportistas estaban recibiendo una comida peor, y lo recalcó publicando una imagen de la comida que se llevó al médico de su equipo, quien dio también positivo y permanecía dos pisos abajo. Recibía fruta fresca, ensalada y camarones con brócoli.
“Sinceramente no entiendo el porqué de esta actitud hacia nosotros, los deportistas”, escribió.
Das después de sus críticas, Vasnetsova seguía en cuarentena, pero la situación parecía haber mejorado.
Sergei Averyanov, vocero del equipo ruso de biatlón, publicó una imagen de una mejor comida que se habría llevado a la habitación de Vasnetsova, incluyendo salmón, pepinos, salchichas y yogur. Muy pronto se le entregaría una bicicleta estacionaria.
Vasnetsova pasó su tiempo en cuarentena realizando un poco de trabajo detectivesco. Cuando se le dejó la comida frente a su puerta, echó un vistazo a las cajas dejadas ante las otras habitaciones del mismo corredor, cuyas puertas tenían adheridos letreros que identificaban a miembros olímpicos distinguidos de personas que trabajaban para los Juegos y que dieron positivo, incluido el personal de las delegaciones.
Concluyó que los deportistas estaban recibiendo una comida peor, y lo recalcó publicando una imagen de la comida que se llevó al médico de su equipo, quien dio también positivo y permanecía dos pisos abajo. Recibía fruta fresca, ensalada y camarones con brócoli.
“Sinceramente no entiendo el porqué de esta actitud hacia nosotros, los deportistas”, escribió.
Das después de sus críticas, Vasnetsova seguía en cuarentena, pero la situación parecía haber mejorado.
Sergei Averyanov, vocero del equipo ruso de biatlón, publicó una imagen de una mejor comida que se habría llevado a la habitación de Vasnetsova, incluyendo salmón, pepinos, salchichas y yogur. Muy pronto se le entregaría una bicicleta estacionaria.
Para evitar la propagación del COVID-19, la organización exige a todos los que forman parte de la llamada burbuja olímpica que se sometan a una prueba PCR diaria. Quienes dan positivo son trasladados a un centro de aislamiento hasta que reciban el alta tras arrojar negativo. Las personas que sigan dando positivos pueden reclamar la revisión de su caso por parte de un comité médico.
McCloskey destacó que los infectados de coronavirus pueden seguir dando positivo de forma intermitente durante mucho tiempo, aunque ya no sean contagiosas. Pero también apuntó que hay casos de reinfección, que sí pueden propagar el virus.
“El reto es diferenciarlos”, aseguró.
Los organizadores esperan que el número de positivos baje a medida que se reducen las llegadas a la burbuja olímpica, ya que los protocolos de detección están pensados para descubrir los casos pronto y evitar que se propaguen.
McCloskey apuntó que todos los que forman parte de la burbuja se están sometiendo a pruebas y que casi todos están vacunados.
“Creo que las posibilidades de contraer el COVID en este entorno cerrado son mucho más bajas que en cualquier otra parte del mundo”, dijo.
Por el momento, dentro de la burbuja olímpica se han detectado 393 positivos. Además de los de deportistas, la cifra incluye a reporteros, responsables de las delegaciones y otros.
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