Francia cierra todos los lugares públicos “no indispensables” por el coronavirus


El primer ministro dijo que el reforzamiento de las medidas se debe a que no se respetan las directrices oficiales sobre cómo enfrentar la pandemia. La cifra de muertos aumentó en las últimas 24 horas a 91, 12 más que la registradas el viernes. Los infectados llegaron a los 4.500


Francia decidió este sábado tomar medidas aún más drásticas contra la pandemia de COVID-19. El primer ministro francés, Édouard Philippe, ordenó el cierre a partir de la medianoche de todos los lugares abiertos al público salvo los “no indispensables”ante la aceleración de la enfermedad en las últimas horas, que atribuyó a que no se respetan las directrices del ejecutivo.

Los establecimientos “no indispensables” incluyen cafés, restaurantes, cines y discotecas, entre otros. Solamente podrán abrir los comercios relacionados con la alimentación, las farmacias, los bancos y las gasolineras, precisó Philippe.

La cifra de muertos aumentó en las últimas 24 horas a 91, 12 más que las registradas el viernes. Los infectados llegaron a los 4.500. 

El ministro señaló que también se mantienen abiertos los transportes públicos aunque disminuirá su frecuencia, al tiempo que hizo un llamamiento a los ciudadanos a limitar los desplazamientos, sobre todo los interurbanos. Al mismo tiempo, Philippe aseguró que se mantienen las elecciones municipales que mañana vivirán la primera vuelta, porque los expertos científicos no les han aconsejado suspenderlas.

“Nos han confirmado que se pueden desarrollar respetando estrictamente las consignas de distanciamiento y priorización de las personas mayores y frágiles”, indicó el jefe del Gobierno, convencido de que los franceses mostrarán “calma y civismo”.

El jefe del Gobierno aseguró que “las primeras medidas adoptadas para limitar las reuniones han sido imperfectamente aplicadas”, lo que ha llevado a “una aceleración de la difusión del virus y, en ciertos territorios, a un aumento del número de personas en reanimación”.

Entre otras cosas, se refería a una manifestación celebrada el sábado en la víspera de las elecciones municipales. Varios centenares de “chalecos amarillos” se manifestaron en París pese a las recomendaciones del gobierno, que prohibió las concentraciones de más de 100 personas y pidió que se aplacen las protestas, para frenar la propagación del coronavirus. A las 16:15 (15:15 GMT), las fuerzas de seguridad habían efectuado 34 arrestos, después de que se registraran unos enfrentamientos en el sur de la capital y algunos “desfiles salvajes”, según indicó la policía local en Twitter.

En paralelo, el director general de Sanidad, Jérôme Salomon, indicó que el país ha pasado a la fase 3 (de 3), ante la aceleración de la difusión de la epidemia lo que supone que el virus circula ya en todo el territorio.

En las últimas 72 horas, Francia duplicó el número de afectados, que son ahora 4.500, según las cifras oficiales y 300 pacientes en estado grave.
Con información de AFP y EFE

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