LONDRES, Inglaterra. – Han pasado 28 años desde la trágica muerte de la princesa Diana, pero su legado sigue intacto en la memoria de sus seres queridos y millones de admiradores en todo el mundo.
Este domingo, su hermano menor, Charles Spencer, compartió un homenaje íntimo y simbólico desde la residencia familiar de Althorp, en Northamptonshire, lugar donde descansan los restos de la llamada “princesa del pueblo”.
A través de su cuenta de Instagram, el conde de Spencer, de 61 años, publicó dos imágenes cargadas de significado: un ramo de rosas blancas y rosadas recién cortadas, destinado a la tumba de Diana, y la vista serena de la isla privada en el lago Oval, donde se encuentra su lugar de descanso eterno.
Un recuerdo imborrable
La princesa Diana falleció el 31 de agosto de 1997 en París, en un accidente automovilístico junto a su pareja, Dodi Fayed, y el conductor Henri Paul. Tenía apenas 36 años, dejando huérfanos a sus hijos, William (15) y Harry (12), fruto de su matrimonio con el hoy rey Carlos III.
“Creo que es muy importante que ellos puedan estar aquí con ella. Este es un lugar tranquilo y privado al que pueden venir sin interrupciones. Para mí es un gran consuelo saberlo”, expresó Charles Spencer en el emotivo mensaje.
Un santuario para el recuerdo
Aunque la tumba de Diana permanece cerrada al público, miles de admiradores visitan el memorial erigido en los terrenos de Althorp desde 1998, convertido en un sitio de peregrinación para quienes buscan rendir tributo a la princesa más querida del siglo XX.
A casi tres décadas de su partida, Diana de Gales sigue siendo un ícono de empatía, elegancia y cercanía con el pueblo, inspirando tanto a nuevas generaciones como a quienes la recordaron en vida.
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