Ataque con misiles de Irán golpea al Instituto Weizmann de Ciencias en Israel


 Rehovot, Israel – En la madrugada del 15 de junio de 2025, la ciudad de Rehovot fue escenario de una serie de explosiones que impactaron directamente en el Instituto Weizmann de Ciencias, uno de los centros de investigación más reconocidos de Israel y del mundo. El ataque, atribuido a misiles lanzados desde Irán, causó severos daños estructurales en varios edificios del campus, aunque no se reportaron víctimas fatales.

Fundado en 1934, el Instituto Weizmann es un referente global en áreas como química, física, biología y medicina regenerativa. La ofensiva, ocurrida en el marco de una escalada regional entre Irán e Israel, obligó a suspender temporalmente las operaciones en algunos laboratorios, generando preocupación sobre la protección de infraestructuras científicas en escenarios de conflicto.

Entre los testimonios difundidos en redes sociales, el del profesor Eldad Tzahor fue especialmente conmovedor. “Mi laboratorio fue destruido por un misil. Trabajamos en regeneración cardíaca. No quedó nada, salvo nuestra motivación”, escribió en LinkedIn, acompañado por imágenes del lugar devastado. Otro destacado investigador, el inmunólogo Eran Elinav, relató cómo voluntarios del equipo de respuesta trabajaron toda la noche para rescatar muestras biológicas vitales: “No hay palabras para describir su valentía”.

El presidente de Israel, Isaac Herzog, visitó el instituto para expresar su respaldo a la comunidad científica. “Venimos a reafirmar el compromiso del Estado con la ciencia, incluso en tiempos de adversidad”, señaló durante su recorrido por las instalaciones afectadas.

Según reportó Science Magazine, dos edificios del campus sufrieron daños de consideración. Las actividades de remoción de escombros y reubicación de equipos comenzaron inmediatamente, reflejando la resiliencia del personal. A pesar del impacto, los científicos reafirmaron su intención de continuar sus investigaciones sin interrupciones.

La comunidad académica internacional también reaccionó rápidamente. Universidades y centros de investigación de distintos países emitieron comunicados expresando solidaridad con el Instituto Weizmann y condenando el ataque. La cancillería israelí calificó el hecho como “un acto de guerra contra el conocimiento”.

Como símbolo de resistencia, el profesor Amos Tanay interpretó al piano la canción “Debemos seguir tocando”, compuesta tras la Guerra de Yom Kipur, en medio de los escombros y usando un casco de bicicleta como única protección. Una imagen que encapsula el espíritu de la comunidad científica israelí frente a la adversidad.

Este episodio marca un punto crítico en la escalada de tensiones entre Irán e Israel, y pone sobre la mesa el riesgo al que están expuestos los centros de conocimiento en tiempos de conflicto.

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