En un discurso grabado durante la ceremonia estatal de conmemoración del 7 de octubre, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, destacó que esta fecha simboliza el precio del renacimiento del país y refleja la grandeza de su determinación. Netanyahu se reunió con soldados heridos y familias en duelo, donde recibió un mensaje claro: la campaña militar no debe detenerse prematuramente.
El primer ministro subrayó que Israel continuará luchando mientras existan amenazas a su existencia y paz, y se comprometió a no renunciar a la liberación de los rehenes en Gaza. "No me rendiré. Mientras nuestros ciudadanos no regresen sanos y salvos a sus hogares, seguiremos luchando", afirmó.
Netanyahu enfatizó que en momentos de dificultad, surge una gran fuerza interior, lo que ha mantenido unida a la nación en la defensa de su patria. Detalló los objetivos de la guerra: derrocar al gobierno de Hamas, traer a todos los rehenes a casa, frustrar futuras amenazas y garantizar la seguridad de los residentes del sur y norte de Israel.
Además, el primer ministro expresó que la victoria de Israel no solo beneficiará al país, sino también a las generaciones futuras y a la humanidad. "Juntos seguiremos luchando, y juntos - con la gracia de Dios - venceremos", concluyó Netanyahu.
El ataque de Hamas del año pasado, que dejó 1,200 muertos y 251 secuestrados, es recordado como el peor en suelo israelí desde la creación del Estado. En el primer aniversario del ataque, se llevaron a cabo protestas frente a la residencia de Netanyahu en Jerusalén, donde los manifestantes exigieron un acuerdo de tregua para la liberación de los rehenes.
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