Cuba ha registrado el mayor déficit energético de 2024, dejando sin electricidad a más de la mitad del territorio nacional. Este apagón es el reflejo de una crisis energética prolongada que ha afectado gravemente la economía y la vida cotidiana de la población.
El fallo en la central termoeléctrica de Matanzas desconectó al sistema eléctrico nacional, provocando una situación de "cero cobertura energética", según la Unión Eléctrica (UNE). Desde agosto, el país venía soportando largos apagones diarios, situación que empeoró este jueves con el mayor déficit energético del año.
La falta de combustible y las constantes averías en las centrales termoeléctricas, muchas de las cuales fueron construidas hace más de 40 años, son factores clave de esta crisis. A esto se suman los altos costos de arrendar centrales flotantes, una medida provisional que no soluciona los problemas estructurales.
El gobierno cubano ha suspendido actividades no esenciales, cerrando colegios y paralizando gran parte de la industria pública. Esta medida busca mitigar los efectos de los apagones, que también han afectado el funcionamiento de semáforos, cajeros automáticos y bombas de agua en las ciudades.
El impacto económico es significativo, con la economía cubana aún sin recuperarse del todo tras una contracción del 1,9 % en 2023. La crisis energética ha exacerbado el descontento social, desencadenando protestas como las ocurridas en julio de 2021 y marzo de 2023.
El gobierno cubano ha afirmado estar trabajando para resolver la crisis y ha recibido donaciones de generadores por parte de China. A largo plazo, Cuba busca reformar su sistema energético, impulsando proyectos de energía solar para reducir su dependencia de combustibles importados.
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