La dictadura de Daniel Ortega sufrió un importante revés al no lograr asegurar la posición de liderazgo para su candidato en el Sistema de Integración Centroamericana (SICA). El cargo de secretario general ha estado vacante desde noviembre, y el régimen de Ortega intentó colocar a **Valdrack Ludwing Jaentschke Whitaker**, una figura polémica de su gabinete, en el puesto.
Ortega buscaba alinear la región más estrechamente con el bloque ruso-chino, fortaleciendo los lazos con Vladimir Putin y Xi Jinping. Sin embargo, la candidatura de Jaentschke Whitaker solo obtuvo el apoyo de Nicaragua y Honduras, mientras que Costa Rica, Guatemala y la República Dominicana respaldaron a otro candidato, y Panamá y El Salvador se abstuvieron de votar.
Diversos organismos y exiliados políticos habían advertido sobre esta maniobra, instando a los miembros del SICA a rechazar la nominación. Los críticos argumentaron que nombrar a un representante del régimen nicaragüense podría poner en peligro la seguridad regional al arrastrar a Centroamérica a conflictos globales.
Finalmente, la votación resultó en una decepción para Managua, reflejando la creciente resistencia a la influencia de Ortega en la región. Whitaker, conocido como un operador político clave para el régimen Ortega-Murillo, fue visto por los opositores como inapropiado para el cargo debido a su historial de apoyo a políticas represivas en Nicaragua.in Nicaragua.
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