El presidente brasileño había dicho que Zelensky era “tan culpable como Putin”
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, criticado por recientes declaraciones sobre la guerra de Ucrania, reafirmó este sábado su negativa a “participar” en ese conflicto y su voluntad de contribuir a buscar una paz “negociada” entre Kiev y Moscú.
“Al mismo tiempo que mi gobierno condena la violación de la integridad territorial de Ucrania, defiende una solución política negociada del conflicto”, declaró Lula a periodistas en Lisboa, tras reunirse con su homólogo portugués, Marcelo Rebelo de Sousa.
“Necesitamos urgentemente que un grupo de países se siente a negociar tanto con Ucrania como con Rusia para buscar la paz”, subrayó Lula. Y agregó: “Brasil no quiere participar en la guerra, Brasil quiere construir la paz”.
El año pasado, en una entrevista con la revista Time, había dicho que el mandatario ucraniano Volodimyr Zelensky era “tan culpable como Putin” de la guerra. Y este mes, el portavoz de la diplomacia ucraniana, Oleg Nikolenko, criticó al brasileño por poner “a la víctima y al agresor al mismo nivel”, y por atacar a los aliados de Ucrania que la ayudan a “protegerse de una agresión asesina”.
A través de su cuenta en Twitter, Lula expresó: “Nunca comparé Rusia y Ucrania. Sé lo que es invasión y lo que es integridad territorial. Pero ahora la guerra ha comenzado y alguien necesita hablar de paz”.
Tras la reunión con el mandatario sudamericano, el portugués Rabelo marcó diferencias con la postura de su huésped.
“El presidente Lula considera que el camino hacia una paz justa y duradera supone priorizar la vía de la negociación”, pero Portugal “sostiene que un eventual camino hacia la paz supone el previo derecho de Ucrania a reaccionar a la invasión, recuperando lo que pueda o quiera recuperar (...) de su integridad territorial”, afirmó.
Y eso se debe a “una cuestión de principio, que es el de no beneficiar al invasor”, recalcó.
Lula, que gobernó Brasil de 2003 a 2010, se propone desde que regresó al poder en enero volver a dar protagonismo internacional a Brasil, tras el relativo aislamiento diplomático que marcó la gestión de su predecesor ultraderechista Jair Bolsonaro(2019-2022).
En un delicado juego de equilibrista, el ícono de la izquierda latinoamericana viajó en febrero a Estados Unidos, donde se reunió con el presidente Joe Biden, y este mes fue a China, primer socio comercial de Brasil.
Pero en ese juego pareció trastabillar, cuando tras reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, instó a Estados Unidos a dejar de “alentar la guerra” en Ucrania y pidió a la Unión Europea (UE), aliada de Kiev, “comenzar a hablar de paz”.
Estados Unidos no tardó en acusar a Lula de “hacerse eco de la propaganda rusa y china, sin tener en cuenta los hechos”.
“Si no se habla de la paz, se contribuye a la guerra”, afirmó Lula este sábado en Lisboa, primera etapa de una minigira europea que lo llevará también a España.
(Con información de AFP)
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