Sherri Papini dijo que su supuesto secuestro ocurrió cuando trotaba por su vecindario y que dos mujeres hispanas la amenazaron con pistolas, la golpearon y la tuvieron esposada durante semanas
En 2016 Sherri Papini estuvo 22 días perdida. La mujer, que fue encontrada deambulando por un estacionamiento, había desatado una búsqueda que le costó a las autoridades cientos de miles de dólares.
Pero su secuestro, que según ella fue perpetrado por dos mujeres hispanas que la intimidaron con pistolas mientras trotaba, levantó muchas dudas que finalmente fueron confirmadas tras la confesión de la mujer, madre de dos hijos, que aceptó que todo se trató de una mentira.
Papini, de California, Estados Unidos, dijo que su secuestro era un engaño y se declaró culpable de mentir a un oficial federal, además de otro cargo de fraude postal.
Así lo afirmó el abogado de la mujer de 39 años, William Portanova, a medios locales, quien explicó que el acuerdo de culpabilidad firmado por Papini incluye una multa de 300 mil dólares que tendrá que restituir a varias entidades gubernamentales.
La historia de Papini comenzó el 2 de noviembre de 2016, cuando dijo que salió a correr en su vecindario de Redding y fue secuestrada por dos mujeres hispanas armadas y enmascaradas, quienes, según ella, la torturaron, la marcaron y la mantuvieron encadenada en un dormitorio.
La encontraron deambulando en un estacionamiento 22 días después, el Día de Acción de Gracias. Su familia, incluidos sus hijos de 2 y 4 años, le dieron la bienvenida y la comunidad de Redding, que había pasado días buscándola, la apoyó en gran medida.
Pero después de investigar su supuesto secuestro, las autoridades descubrieron que Papini había inventado el incidente y se había estado escondiendo con un ex novio en el sur de California.
Cuando fue confrontado por las autoridades, el ex novio supuestamente admitió que había ayudado a Papini a “fugarse” porque ella le había dicho que su esposo había abusado de ella.
Después de más preguntas, el novio dijo que él y Papini se habían comunicado por teléfonos prepagos e idearon un plan para recogerla en Redding y llevarla de regreso a su apartamento de dos habitaciones en Costa Mesa.
Según una denuncia federal presentada contra ella durante la estadía con su ex novio, Papini estaba “tratando deliberadamente de perder peso”, se cortó el cabello y “causó lesiones mientras estaba con él, incluso golpeándose para crear moretones y quemándose en los brazos”.
“El ex novio dijo que él la ayudó a crear algunas de las lesiones, aunque nunca puso sus manos directamente sobre ella; por ejemplo, ella le dijo, ‘tira un disco (de hockey) a mi pierna’, así que él disparó un disco a su pierna ligeramente “, dice la denuncia.
La sentencia definitiva de la mujer quedó programada para ser leída el 11 de julio.
El secuestro simulado de Papini le costó a la Junta de Compensación de Víctimas de California más de 30 mil dólares en visitas de terapia y un viaje en ambulancia y le costó a la Administración del Seguro Social de los Estados Unidos más de 127 mil dólares que la acusada deberá devolver.
Papini también tendrá que pagar 148.866 dólares a la Oficina del Sheriff del Condado de Shasta, la agencia de aplicación de la ley que investigó el secuestro simulado, y 2.558 dólares al FBI.
En un comunicado emitido por su abogado la semana pasada, Papini dijo que estaba “profundamente avergonzada” de su comportamiento y que lamentaba mucho el dolor que causó a su familia, amigos y “a todas las buenas personas que sufrieron innecesariamente por mi historia”.
También se disculpó con todos los que trabajaron duro para dar con su paradero: “Trabajaré el resto de mi vida para enmendar lo que he hecho”.
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