La banca debe congelar la calificación de riesgo de sus clientes, incluso si caen en atraso de pagos.



Con las medidas anunciadas  por el Banco Central de República Dominicana, los clientes que necesiten renegociar sus deudas con los bancos no podrán ser cargados con una tasa de interés mayor.

En sí el paquete de medidas aprobadas por la Junta Monetaria no obliga a los bancos a reestructurar las deudas de sus clientes, pero sí a no recargarlos de intereses en caso de que lo hagan.

En el caso del estatal Banco de Reservas, la situación será distinta. El ministro de Hacienda y presidente ex oficio de esa institución bancaria, Donald Guerrero, informó ayer que esa institución financiera revisará las políticas de concesión de préstamos al consumo con tarjetas de crédito y de las hipotecas, de manera que beneficien a sus clientes con menores tasas y mejores plazos de pago.


“El Banco Central y la Junta Monetaria han dado las condiciones para que el sector financiero sea sensible también y pueda reestructurar préstamos y otorgar facilidades a menor costo y a mejor plazo”, dijo Guerrero.

En ello coincide el economista Henri Hebrard, aunque señala que esas medidas quizás no sean tan automáticas. “No es tan automático, pero está bien porque ayudaría a las personas”, dijo.

De hecho, una de las medidas es que los bancos congelen las calificaciones y provisiones de sus deudores al nivel que están en este momento. Es decir, si una persona o empresa cae en atraso de pagos de su préstamo, cuando acuda al banco a renegociar su deuda, éste no podrá ponerle una tasa de interés mayor, no importa si las condiciones de pago, los plazos o las cuotas del préstamo cambiaron.

“Estas medidas permitirán reajustar el cronograma de pagos de los deudores bancarios, moderar el potencial impacto sobre el flujo de caja de las empresas y evitar un posible deterioro de la cartera de crédito a causa de los efectos del COVID-19 en el desempeño de algunas actividades productivas”, dijo el Banco Central.

¿Cómo funcionan las medidas?

La principal es la rebaja de las tasas de interés, tanto de la política monetaria, como de la tasa de interés de los repos y la Overnight. Con estas medidas el costo al que las instituciones financieras prestan dinero deberá disminuir.

Adicionalmente, el Banco Central ordenó la reducción del encaje legal –el dinero que deben depositar los bancos obligatoriamente en el emisor como garantía-, lo que libera a la economía recursos por 22,321 millones de pesos.

Esa disponibilidad de dinero líquido, junto a las bajadas de tasas, se debe trasladar a los clientes de la banca de manera que, no solo puedan renegociar sus deudas en caso de que lo requieran por la situación económica que generará el coronavirus, sino que el acceso a nuevos créditos sea más barato.

De los 22,321 millones de pesos disponibles, un total de 10,000 millones de pesos serán destinados a préstamos a los hogares y a las micro, pequeñas y medianas empresas y al sector comercio, mientras que los restantes 12,321 millones de pesos serán canalizados a los sectores productivos, especialmente al turismo y al sector exportador, a tasas de interés en todos los casos no mayores de 8 % anual, según informó el Banco Central.

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