Crece la represión contra la Iglesia Católica en Nicaragua: Sacerdote detenido y solidaridad internacional en aumento


 El sacerdote nicaragüense Floriano Ceferino Vargas, perteneciente a la diócesis de Bluefields, fue detenido este fin de semana por fuerzas del régimen de Daniel Ortega, en medio de la escalada de tensiones entre la dictadura sandinista y la Iglesia Católica. Vargas, quien lidera la parroquia San Martín de Porres en Nueva Guinea, fue arrestado tras oficiar una misa y, según denunció la organización Monitoreo Azul y Blanco, permanece desaparecido.

Este incidente se produce en un contexto de creciente hostilidad hacia la Iglesia Católica en Nicaragua, que ha sido objeto de detenciones, exilios forzados y censura. Organizaciones como la ONG Colectivo Nicaragua Nunca Más han calificado esta represión como la más brutal en la historia del país, señalando un ataque sistemático contra sacerdotes e instituciones eclesiásticas.

El papa Francisco, en solidaridad con los católicos nicaragüenses, expresó su apoyo durante la Novena de la Inmaculada Concepción, destacando las difíciles circunstancias que enfrenta la comunidad religiosa. Asimismo, obispos de Centroamérica han convocado una jornada de oración el 8 de diciembre en honor a la Virgen María y en respaldo a la Iglesia en Nicaragua.

Este episodio se suma a una serie de acciones represivas, incluyendo la expulsión de altos cargos eclesiásticos y el encarcelamiento de figuras como el obispo Rolando Álvarez, condenado a 26 años de prisión en 2022. Según estudios, más de 245 líderes religiosos han sido exiliados o forzados a abandonar el país.

La represión ha intensificado las críticas internacionales hacia el régimen de Ortega, al que se acusa de violar sistemáticamente los derechos humanos y silenciar a los opositores. Entretanto, la Iglesia Católica continúa siendo un pilar de resistencia, enfrentando una de las etapas más desafiantes de su historia en Nicaragua.

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