Madrid – El 10 de septiembre de 2024, una protesta se llevó a cabo frente al Congreso de los Diputados en Madrid, donde manifestantes exigieron el reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela, en el contexto de la crisis postelectoral que enfrenta el país. Esta movilización se produjo tras la declaración conjunta de 30 países y la Unión Europea (UE), quienes expresaron su grave preocupación por la situación política y los derechos humanos en Venezuela.
Los gobiernos de naciones como Argentina, Estados Unidos, España, y otros, instaron al régimen de Nicolás Maduro a entablar "conversaciones constructivas e inclusivas" con la oposición, a liberar a los detenidos tras las elecciones y a respetar la voluntad del pueblo venezolano, que se expresó en las urnas con la participación de más de 12 millones de votantes.
A pesar de que el Consejo Nacional Electoral (CNE), afín al chavismo, proclamó a Maduro como ganador de las elecciones, la oposición y la comunidad internacional han impugnado estos resultados, señalando que González, un diplomático retirado de 74 años, obtuvo una amplia mayoría según sus propios datos.
La declaración conjunta también hizo hincapié en las violaciones de derechos humanos que han ocurrido desde las elecciones, incluyendo arrestos arbitrarios y represión de manifestantes pacíficos. Los representantes internacionales hicieron un llamado a permitir la expresión de opiniones políticas sin temor a represalias y solicitaron el regreso de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a Venezuela para supervisar la situación.
Durante la reunión paralela a la Asamblea General de la ONU, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, reiteró la necesidad de que el régimen de Maduro ponga fin a la represión de la oposición y liberara a todos los detenidos arbitrariamente. Por su parte, la canciller argentina, Diana Mondino, criticó la indiferencia del régimen hacia las necesidades de su pueblo, resaltando el éxodo masivo de venezolanos en busca de mejores condiciones de vida.
Este evento en Madrid destaca el creciente apoyo internacional hacia la democracia y los derechos humanos en Venezuela, mientras los ciudadanos continúan luchando por un futuro más seguro y próspero.
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