Este jueves, el Ejército de Israel confirmó el bombardeo de 30 infraestructuras clave de Hezbollah en El Líbano, en el marco de una ofensiva coordinada con la Fuerza Aérea israelí. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los ataques destruyeron lanzadoras de cohetes y almacenes de armas, neutralizando alrededor de 150 barriles lanzadores listos para disparar contra territorio israelí.
Las operaciones se concentraron en varias zonas del sur del Líbano, incluidas Al Hargiya, Al Aishiya y los Altos de Rihan. El objetivo de las FDI es degradar las capacidades de Hezbollah, grupo respaldado por Irán, y garantizar la seguridad en el norte de Israel, permitiendo que más de 60,000 residentes desplazados regresen a sus hogares.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, aseguró que el país está entrando en una nueva fase de la guerra, con riesgos y oportunidades significativas. Las tropas están preparadas para continuar las operaciones mientras esperan órdenes para avanzar con armamento pesado. Las acciones buscan golpear a Hezbollah en su peor momento desde la Segunda Guerra del Líbano en 2006, aunque algunos medios advierten sobre el riesgo de una guerra a gran escala.
(Con información de AFP y EFE)
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