En un nuevo ataque contra las redes sociales, el dictador venezolano Nicolás Maduro ha acusado a TikTok de fomentar una “guerra civil” en Venezuela. En un discurso reciente, Maduro denunció que TikTok le ha suspendido la posibilidad de transmitir hasta el 19 de agosto, y acusó a la plataforma de apoyar el fascismo en América Latina y el mundo.
Maduro alegó que los directivos de TikTok están detrás de la llegada de figuras como Javier Milei y de movimientos fascistas, afirmando que existe una “alianza” entre TikTok y el fascismo. Esta declaración forma parte de una serie de críticas del gobierno venezolano hacia plataformas digitales y medios de comunicación.
La acusación contra TikTok coincide con los esfuerzos del Parlamento venezolano, controlado por el chavismo, para reformar la ley contra el odio. El jefe legislativo, Jorge Rodríguez, anunció la creación de un paquete de leyes para regular las redes sociales, así como para controlar organizaciones no gubernamentales y actividades consideradas como "fascistas".
Rodríguez afirmó que la regulación de redes sociales es necesaria para proteger a la población del odio y el terrorismo en línea. La Asamblea Nacional ha aprobado en primera discusión una ley para regular el financiamiento de ONGs y otra contra el fascismo, que contempla multas y la ilegalización de partidos y medios que promuevan estas ideologías.
Maduro también ha suspendido temporalmente la red social X (anteriormente conocida como Twitter), acusando a Elon Musk, su propietario, de incitar al odio y violar las leyes venezolanas. La suspensión durará 10 días, durante los cuales se espera que Musk presente “recaudos” ante las autoridades.
Esta medida sigue a un enfrentamiento previo entre Maduro y Musk, quien había criticado al mandatario venezolano tras las elecciones presidenciales. Maduro había desafiado públicamente a Musk, sugiriendo un enfrentamiento físico en caso de un fallo en su mandato.
La confrontación entre Maduro y las plataformas de redes sociales refleja la creciente tensión entre el gobierno venezolano y las empresas tecnológicas globales, en medio de un contexto de represión y control informativo.
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