Lo acusaron de trabajar para numerosos servicios de espionaje como la CIA, el Mossad, Sapo y de otros países de la región
El régimen de Irán ejecutó este sábado al disidente con doble nacionalidad sueca e iraní Habib Farajollah Chaab, condenado a muerte por supuesto “terrorismo” y acusado de dirigir un grupo separatista árabe en el oeste del país.
“La pena capital para Habib Chaab (...), jefe del grupo terrorista Harakat al Nidal, fue ejecutada hoy, sábado por la mañana”, publicó la web oficial de la justicia iraní, Mizan Online.
Las autoridades iraníes confirmaron su condena a muerte el 12 de marzo por “corrupción en la Tierra, gestión y dirección de un grupo rebelde y concepción y ejecución de numerosas operaciones terroristas”.
Además, lo acusaron de trabajar para numerosos servicios de espionaje como la CIA (de Estados Unidos), el Mossad (de Israel), Sapo (de Suecia) y de otros países de la región.
Suecia deploró entonces la pena de muerte como “un castigo inhumano e irreversible”. “Suecia, como el resto de la Unión Europea, condena su aplicación en todas las circunstancias”, declaró su ministro de Relaciones Exteriores, Tobias Billstrom.
Chaab, de unos 50 años según los medios iraníes y apodado Habib Asyub, era considerado el jefe del grupo Harakat al Nidal o ASMLA (Movimiento Árabe de Lucha para la Liberación de Ahvaz), catalogado como movimiento terrorista por el régimen.
Desapareció en octubre de 2020 tras haber viajado a Estambul y reapareció un mes más tarde encarcelado en Irán.
En enero de 2022 fue juzgado por “terrorismo” y propagación de la “corrupción en la Tierra”, uno de los cargos penales más graves en Irán. La justicia anunció el 6 de diciembre su condena a muerte.
En noviembre de 2020, la televisión iraní difundió un video de Habib Chaab en el que se autoacusaba de un atentado mortífero en septiembre de 2018 en Ahvaz, capital de la provincia de Juzestán (suroeste), y de trabajar para los servicios de inteligencia sauditas.
El atentado de Ahvaz fue cometido durante un desfile militar organizado con motivo del 38 aniversario del inicio de la guerra entre Irak e Irán (1980-88). Cuatro extremistas abrieron fuego con fusiles Kalashnikov desde detrás de la tribuna de las autoridades causando la muerte a 25 personas, entre ellas militares y civiles, incluidos mujeres y niños, y heridas a otras 60.
Chaab es la última persona condenada a muerte tras ser declarada culpable de pertenecer a Harakat al-Nidal.
Suecia inició los trámites para ofrecerle ayuda consular, pero no lo consiguió porque Irán no reconoce la doble nacionalidad.
En febrero, el poder judicial iraní condenó a muerte a un militante kurdo que había sido declarado culpable de matar a un agente de policía, una medida condenada por grupos de derechos humanos que lo calificaron de preso político.
(Con información de AFP y Europa Press)
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