Luego de la breve aparición del Presidente, Ciro Nogueira afirmó que fue autorizado a liderar el traspaso de poderes con Lula da Silva y su equipo
El ministro jefe de la Casa Civil de Brasil, Ciro Nogueira, siguió a las declaraciones que realizó este martes el presidente Jair Bolsonaro -a casi dos días de transcurridas las elecciones que dieron a Luiz Inácio Lula da Silva ganador- y confirmó que el Gobierno cumplirá con la ley de transición, conforme lo establecen “todos los mandatos de la Constitución”.
Luego del breve discurso, con el que Bolsonaro reapareció en público, Nogueira fue el encargado de garantizar el proceso de traspaso de mando, llevar tranquilidad y despejar las dudas que, inclusive con la alocución del Presidente, aún persistían.
En ese sentido, el actual mandatario autorizó a su jefe de Gabinete a iniciar este proceso con el equipo del recientemente electo Lula da Silva.
La transición estará a cargo del futuro vicepresidente, Geraldo Alckmin -del Partido Socialista Brasileño (PSB) y ex gobernador de Sao Paulo-, según anunció la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Glesi Hoffmann. Junto a él trabajará un equipo de 50 personas, entre ellas, el ex ministro Aloizio Mercadante, quien coordinó el programa de Gobierno para la candidatura de Lula.
“Geraldo Alckmin es el vicepresidente de la República. Tiene más que legitimidad y poder político e institucional para liderar esto. La decisión del presidente (electo) fue en esa dirección”, anunció Hoffmann según indicó el diario O Globo.
Por su parte, Nogueira aseguró que “esperaremos a que se formalice (el nombramiento de Alckmin) para cumplir con la ley de nuestro país”.
La transición se dará durante los próximos meses y podría comenzar tan pronto como este jueves, en el Centro Cultural Banco de Brasil.
“Nuestra propuesta es ir a Brasilia, tener una reunión cara a cara con quien sea parte del Gobierno (de Bolsonaro) que hará esta transición para que podamos poner en funcionamiento el equipo de transición”, continuó Hoffmann.
El anuncio se dio tras la breve alocución de Bolsonaro, que tuvo lugar en el Palacio Planalto, a casi 48 horas de los comicios presidenciales. A pesar del resultado que arrojó una diferencia de 1.8 puntos entre los candidatos y designó a Lula como el próximo Presidente de Brasil, Bolsonaro no hizo alusión a ello -por lo que ni reconoció su derrota ni cantó victoria-.
Sin embargo, sí se refirió a los 58 millones de electores que votaron por él y expresó el “honor” que significa “ser el líder” de tales personas que, como él, defienden los valores conservadores que defiende en su lema: “Dios, Patria y Familia”.
La victoria de Lula da Silva, sumado al prolongado silencio de Bolsonaro, desataron en todo el país bloqueos masivos de rutas durante la madrugada del lunes. Según los camioneros que encabezaban los actos, la protesta solo acabará cuando “el Ejército intervenga” para “impedir que vuelva el comunismo”.
Ante esto, Bolsonaro dijo en su discurso que las acciones están motivadas “por la indignación” que han provocado los comicios. “Los movimientos populares son fruto de indignación y sentimiento de injusticia por cómo se dio el proceso electoral”, afirmó el líder ultraderechista.
También, resaltó que se trata de “manifestaciones pacíficas” que “siempre serán bienvenidas” aunque los métodos “no pueden ser los de la izquierda, que siempre perjudicaron a la población, como la invasión de propiedades, la destrucción de patrimonio y no permitir el derecho de ir y venir”.
(Con información de Europa Press y EFE)
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