El líder opositor venezolano, reconocido por más de 50 países democráticos del mundo como la única autoridad legítima de Venezuela, denunció en diálogo con Infobae que la dictadura chavista eligió a dedo a los observadores internacionales para sus elecciones legislativas de mañana. “Es tan burda la maniobra del fraude que tendremos mañana que entre los veedores están Rafael Correa y un enviado iraní”, reveló.
Juan Guaidó confía en que la comunidad internacional no respalde el fraude de mañana. “Ya Maduro y el régimen tienen muy claro que nadie va reconocer ni le va dar legitimidad a ese proceso”, declaró el líder opositor.
De hecho, la Unión Europea envió una delegación a Caracas en septiembre pasado para intentar acordar con el régimen condiciones mínimas para el proceso. Ante la negativa del dictador, el bloque determinó que no había condiciones democráticas para unas elecciones en Venezuela y por lo tanto decidió que no enviaría una Misión de Observación Electoral.
Tampoco lo harán la ONU ni la OEA. “Los que vienen son figuras creadas por el régimen para invitar a sus aliados internacionales, que no van a verificar la transparencia del proceso, sino que van a hacer presencia política simbólica”, acusan desde el gobierno interino de Venezuela. “Al iraní lo recibieron con bombos y platillos”, ironizó Guaidó.
Estas elecciones carecen de cualquier tipo de garantía. Las autoridades electorales fueron designadas de forma discrecional por el Tribunal Supremo de Justicia controlado por Maduro, contrario a lo que establece la Constitución en su artículo 296, que señala que deben ser designados por la Asamblea Nacional. Quienes fueron impuestos como rectores del Consejo Nacional Electoral no cumplen con los criterios de independencia ya que están vinculados al chavismo. El más claro ejemplo es Indira Alfonzo, impuesta como presidenta del CNE, quien ejercía como vicepresidenta del mismo Tribunal que la designó, y quien se dedicó a perseguir a opositores cuando fue magistrada.
Además, el CNE de la dictadura alteró la conformación del Parlamento. Violando la Constitución y las leyes, aumentó la cantidad de diputados a ser electos en un 60%, pasando de 167 diputados a 277, asignando más cargos a elegir en localidades pequeñas pero que históricamente han favorecido al chavismo, para así asegurarse más diputados.
Y los principales líderes políticos opositores no pudieron postularse como candidatos porque están inhabilitados y son perseguidos hace años. Tal es el caso del propio Guaidó, Henrique Capriles Radonski, Leopoldo López o Julio Borges. El régimen, además de inhabilitar a los líder opositores, intervino sus partidos y desplazó a sus militantes. De hecho, ningún candidato es realmente opositor, todos son chavistas ampliamente conocidos o forman parte del chavismo pero se venden como opositores.
Guaidó, además, denunció que la dictadura amenaza a los venezolanos para que acudan a las urnas. “El régimen tiene tal control de quién vota y quién no, así que es verdad esa amenaza de que le sacarán los alimentos a quienes no participen”, afirmó el opositor.
Esta semana, el segundo del chavismo, Diosdado Cabello, amenazó directamente a los venezolanos en un acto público. “El que no vota, no come”, advirtió. La amenaza en sí misma es un escándalo pero es más grave aún en un país con 10 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria, según estimó la ONU.
Es que como en Venezuela el voto es voluntario, y dado que las encuestas estiman que 80% de los registrados para sufragar no participarán del proceso por sus irregularidades, el chavismo ha emprendido una estrategia de coacción contra la población para obligarlos a acudir a las urnas.
Guaidó repudió las amenazas del régimen y recordó que una enfermera venezolana, en plena pandemia del coronavirus, gana USD 5 al mes. “Con la ayuda que le dimos nosotros recién pudo comprar pollo después de tres meses”, contó a Infobae.
La advertencia de Cabello, que es uno de los candidatos del régimen para mañana, no fue la única. Ayer, en la misma línea, Iris Varela, también candidata y hasta hace dos meses ministra de Servicios Penitenciarios del régimen, envió un mensaje a los gerentes y directivos de su ex Ministerio (que aún controla en las sombras), ordenándoles despedir a todos los empleados que no participen en parlamentarias convocadas por el chavismo.
“Este es un mensaje para todos los funcionarios, directores del Servicio Penitenciario”, comienza el audio que hizo llegar Varela a sus ex subordinados. “Tenemos una elección muy importante el próximo domingo. Yo le voy a decir a toda la gente que trabaja en el ministerio penitenciario, ¡el que no vote, que lo boten! Porque no tiene sentido que nosotros arriesguemos lo que nos estamos jugando el próximo domingo. Yo sé que mis camaradas todos son cumplidores. Garanticen su voto. Llegó el momento de defender la patria”, agrega la dirigente del régimen.
“Amenazan a todos los que hacen proselitismo en contra de la dictadura, detuvieron a dos de nuestros partidarios en el sur de Venezuela por entregar folletos”, reveló el presidente encargado.
Así, a fuerza de represión, Maduro pretende evitar la movilización del pueblo para la consulta popular que impulsa la oposición que se realizará entre el 7 y 12 de diciembre, en rechazo al gobierno y a las elecciones parlamentarias. “La consulta es muy importante”; concluyó Guaidó.
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