Las deplorables condiciones de vida y el hacinamiento en las fábricas del gigante asiático han generado una crisis sanitaria en esta población extremadamente vulnerable, presionada por el régimen Pyongyang para generar dinero en el extranjero
Desde que las fábricas reabrieron en China, tras el parate por la pandemia de coronavirus, los trabajadores norcoreanos han regresado a sus empleos en el país vecino para ganar el dinero que deben aportar al regimen de Pyongyang. Pero allí están encontrando también su muerte.
Trabajadores norcoreanos cruzan a China para trabajar más de 16 horas al día y poder enviar así dinero al llamado “fondo de lealtad” exigido por el gobierno de Kim Jong-un.Las condiciones deplorables y de hacinamiento en las que conviven en las fábricas han provocado una ola de contagios y muertes por tuberculosis (TB), según informes de prensa.
El 26 de noviembre, una fuente en China le dijo al Daily NK que los casos de TB comenzaron a aparecer en abril pasado, cuando los trabajadores norcoreanos retornaron a sus empleos. En los últimos dos meses el número de pacientes con TB aumentó, y ahora el número de contagios sigue creciendo a un ritmo acelerado.
Se espera que una fábrica en la provincia de Jilin experimente un retraso importante en su producción, ya que el 20% de sus trabajadores han sido infectados con tuberculosis.
Desde que las fábricas reabrieron decenas de trabajadores han estado luchando contra la fatiga por la mayor intensidad del trabajo para cumplir con las demandas de pago del “fondo de lealtad”. La fuente explicó que las comidas de baja calidad que se les dan a los trabajadores debilitan su sistema inmunológico, haciéndolos más vulnerables a la tuberculosis.
Los gerentes chinos al mando de estas fábricas que han contratado a los norcoreanos se encuentran en una posición difícil: no pueden llevarlos al hospital, ni proporcionarles la medicación necesaria, porque la mayoría de los trabajadores norcoreanos son residentes ilegales que no han recibido visas formales.
“El consulado de Corea del Norte en China ofrece medicamentos para la tuberculosis, pero es ineficaz y los trabajadores no pueden comprar los suyos porque son demasiado caros”, agregó la fuente.
Disminuir la carga de trabajo y proporcionarles alimentos nutritivos podría funcionar como tratamiento alternativo para los enfermos, pero incluso esta no es una opción para todos ya que hay gerentes que continuarán presionando a los trabajadores infectados para que trabajen aún cuando estos se quejen del gran dolor que experimentan.
“Si tienes la suerte de trabajar con un gerente más bondadoso, podrás tener al menos carne o pescado a bajo precio, pero si no, tienes que trabajar hasta el amanecer”, señaló la fuente.
Y agregó que algunos de los gerentes más duros presionan sin descanso a los obreros con el solo afán de quedar bien frente a las autoridades norcoreanas.
“Los trabajadores han intentado comprar Tubes Tab, un medicamento para la tuberculosis fabricado en Corea del Sur, porque la gente ha dicho que es eficaz. Sin embargo, no solo es difícil encontrar lugares que lo vendan, sino que también es demasiado caro“, continuó relatando. “La mayoría de los trabajadores de las fábricas son mujeres en edad de adolescencia o comienzos de sus veinte, y se están muriendo porque trabajan muchas horas estando enfermas de tuberculosis”, agregó.
Aunque las autoridades norcoreanas están al tanto de las infecciones en masa de sus ciudadanos trabajando en el exterior, ellos no están proporcionando medicamentos ni preparan un plan para traer a los trabajadores infectados de regreso a casa.
“En el pasado, los trabajadores regresaban a sus casas si era un caso grave, pero ahora que las fronteras están cerradas, esto es imposible. La tuberculosis es una enfermedad de la que uno puede recuperarse si se trata de inmediato, pero como no tienen ningún medicamento disponible, cada vez son más los trabajadores que mueren”, concluyó.
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