Felipe VI renuncia a la herencia de su padre, quien deja de percibir asignación


Felipe VI de España ha renunciado a la herencia que personalmente le pudiera corresponder de su padre, Juan Carlos I, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen pueda no estar en consonancia con la legalidad o con criterios de rectitud.

La Casa Real española difundió este domingo un comunicado con tal decisión tras informaciones de prensa publicadas este fin de semana en las que se asegura que Felipe VI es beneficiario de una sociedad “offshore” creada por el rey Juan Carlos vinculada a una supuesta donación de 65 millones de euros de Arabia Saudí.

Además, el rey Juan Carlos, retirado de la actividad oficial desde junio pasado, deja de percibir a partir de ahora la asignación que tenía fijada presupuestariemente. Como miembro de la Familia Real, tuvo un sueldo de 194.232 euros durante 2018.

El comunicado recuerda las palabras de Felipe VI en su discurso de proclamación del 19 de junio de 2014, tras la abdicación de su padre.

La Casa del Rey responde también a la información publicada este fin de semana por el periódico británico “Telegraph” respecto al hecho de que Felipe VI figure como beneficiario de dos fundaciones creadas por su padre, Zagatka y Lucum, y que son investigadas en Suiza.

Anteriormente, el 3 de marzo, el diario Tribuna de Ginebra publicó que la Fiscalía suiza considera que 100 millones de dólares que llegaron a una cuenta en Panamá de la fundación Lucum proceden de Arabia Saudí y que el beneficiario único de esa fundación sería Juan Carlos I, en una investigación sobre supuestas comisiones en la adjudicación de la línea de alta velocidad ferroviaria Medina-La Meca.

Respecto a la fundación Zagatka, la Casa Real asegura que el rey de España desconoce por completo su supuesta designación como beneficiario, y añade que, en caso de ser así, es de aplicación su decisión de renunciar a cualquier herencia de su padre.

En cuanto a Lucum (la relativa a la supuesta donación de 65 millones de euros por parte de Arabia Saudí), se informa de que mediante carta del 5 de marzo de 2019 dirigida a la Casa del Rey por el despacho de abogados Kobre&Kim, Felipe VI tuvo conocimiento, “sin ninguna justificación documental”, de su supuesta designación como beneficiario una vez que falleciera su padre.

Ante esa información, el rey trasladó copia a su padre y “a las autoridades competentes” y ordenó que se comunicara al despacho de abogados que ni él ni la Casa del Rey tenían conocimiento, participación o responsabilidad alguna en los presuntos hechos que mencionaba, por lo que carecía de toda justificación lícita que se le involucrara en los mismos.

Asimismo, Felipe VI compareció ante notario el 12 de abril de 2019 para manifestar que había dirigido una carta a su padre a fin de que, si fuera cierta su designación o la de la princesa de Asturias (la heredera del Trono) como beneficiarios de la citada Fundación Lucum, la dejara sin efecto.

Manifestó igualmente que no aceptaría participación o beneficio alguno en esa entidad.

Y aseguró no haber tenido conocimiento ni prestado consentimiento a participar, en nombre propio o en representación de terceros, en particular de su hija, “en ningún activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad pudieran no estar en plena y estricta consonancia con la legalidad o con los criterios de transparencia, integridad y ejemplaridad que informan su actividad institucional y privada”.

Ante la hipótesis de que, aun sin su consentimiento ni conocimiento, hubiera sido unilateralmente designado como heredero, legatario o beneficiario, manifestó no aceptar participación o beneficio alguno y renunciar a cualquier derecho, expectativa o interés que pudiera corresponderles en el futuro.


Tras esas explicaciones, el comunicado añade que Juan Carlos I ha pedido a la Casa del Rey que se haga público que de las dos fundaciones citadas en ningún momento facilitó información a su hijo.

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